La vuelta de las vacaciones navideñas se transformó en la piedra de toque del CD UMA Antequera en las últimas temporadas. Ganar el primer partido del año era siempre un propósito olvidado. La visita del Prone Lugo FS, el pasado sábado 14 de enero, rompió un mal registro. Hasta seis goles pudieron disfrutar los aficionados desplazados al Pabellón Fernando Argüelles de Antequera, que pronto cotejaron a un jugador desconocido hasta el momento. ¿Quién es ese número 7 que ha marcado el 2-0? ¿Es un nuevo refuerzo? Alejandro Hidalgo “Coco” firmó una carta de presentación fulgurante. En su estreno con la elástica universitaria, aunque ya la defendió durante un periodo de dos temporadas (2008/2009 -2009/2010), no se marchó al vestuario sin exhibir un amplio catálogo de juego. Anotó un gol, encaró, presionó, robó, golpeó al balón con las dos piernas, corrió sin parar y mostró solidaridad defensiva. Pocas formas mejores pudo imaginar en su debut.

Coco cayó de pie en el cuadro malagueño. Años atrás se marchó un jugador con una gran habilidad técnica y ahora llega otro mucho más maduro, pero con la picardía que llamó la atención de Manuel Luiggi Carrasco “Moli” en su día. El pívot demostró en su estreno que tiene decisión en la pista. No le va a temblar el pulso en situaciones de urgencia. Cuando recibe la pelota encara a su defensor con la ventaja de poder salir por los dos perfiles al tener un buen disparo con ambas piernas. La faceta ofensiva la domina a la perfección y asimila poco a poco las acciones de estrategia. En un saque de esquina llegó su primer gol. Desvió de cabeza una volea que enganchó David Moreno a pase de Crispi. En defensa debe hacer hincapié poniendo la garra e intensidad que le acompañan.

Encontrar un refuerzo de garantías en el mercado invernal requería de una visión muy aguda. El técnico malagueño, consciente de que sus jugadores ofrecieron un rendimiento superior al esperado en la primera vuelta, guardó una carta maestra para el tramo definitivo de la competición. Se fijó en un pívot que ya tuvo a sus órdenes y sabía que podía ofrecerle un rendimiento inmediato. En el duelo con Prone Lugo no dudó en concederle minutos importantes. “Tenía muchas ganas de debutar y fue de la mejor manera posible con la victoria del equipo, que es lo más importante y contento también por aportar mi primer gol”, describe Coco.

La labor de Moli y, sobre todo, del preparador físico Enrique Melero jugaron un papel fundamental en la brillante puesta en escena del nuevo jugador del CD UMA Antequera. Su último club, el Atlético Carranque, compite en una categoría con menores exigencias competitivas, por lo que le diseñaron un plan específico de trabajo para el parón de Navidad. A la vuelta de las vacaciones, se fue integrando al ritmo de entrenamientos del resto de sus compañeros. “El trabajo físico que me preparó Quique me ha sentado bastante bien. Todavía me falta un poco de ritmo para estar a la altura de mis compañeros, aunque espero cogerlo pronto. Estoy dando todo de mí y puedo dar mucho más”, realza.

Ganar 6-0 en el primer encuentro de 2017 llenó de confianza al conjunto antequerano para afrontar una de las salidas más exigentes de la temporada a  Valdepeñas. En la primera vuelta el Argüelles acogió un duelo muy igualado que acabó en empate (2-2). En este segundo envite, la importancia de los puntos es mayor, ya que los playoff están en juego. Una victoria de los de Moli se convertiría en un golpe de efecto, pero un mal resultado le acortaría la ventaja con un rival directo.

“El equipo encara el partido con la misma conciencia que el último. No hay que mirar la tabla, hay que trabajar y saber que tenemos que poner un ritmo alto, ser competitivos y trabajar unidos”, explica. La ilusión nunca falta en el equipaje universitario y las ganas de seguir cosechando resultados positivos impulsa a los jugadores hacia una nueva jornada trepidante. “Tenemos que hacer nuestro trabajo, siempre respetando al rival, pero nunca darnos por vencidos y si damos todo lo nuestro, seguro que sacaremos algo positivo”, añade el pívot malagueño.