EL ESTALLIDO DE CLAUDIO DA SILVA
CD UMA Antequera

EL ESTALLIDO DE CLAUDIO DA SILVA

El cierre malagueño emergió en la victoria del CD UMA Antequera (7-6) frente al Mengíbar con tres goles y ofreció el rendimiento que se le supone a un jugador completo en los dos lados de la pista

Una inoportuna rotura fibrilar en el gemelo apartó dos meses de las pistas a Claudio Da Silva. Los problemas físicos de uno de los jugadores destinados a guiar los primeros pasos de las incipientes perlas del proyecto deportivo del CD UMA Antequera no solo le dejaron sin pretemporada, le privaron del primer mes de competición. Adquirir ritmo competitivo exige altas cuotas de perseverancia en cada uno de los entrenamientos y partidos de Liga. Hacerlo más tarde que el resto de los compañeros implica un plus extra. La visita del CD Atlético Mengíbar al Argüelles, el pasado 28 de enero, conllevó el estallido del ‘4’ universitario con tres goles que recabaron su mejor virtud: la pegada. Manuel Luiggi “Moli” restableció uno de los eslabones más experimentados de su rotación en un encuentro adverso.

El triunfo (7-6) frente al conjunto jiennense se erigió sobre la figura del cierre malagueño. Supo leer mejor que nadie las situaciones de juego. Lució un potente disparo en las acciones de estrategia, en la fase de finalización y creó espacios en el área rival. El 1-0 llegó en un gran movimiento al espacio que le permitió controlar el balón y superar la salida del portero con un toque de calidad. En los otros dos goles su cañonazo letal descerrajó las redes de la portería. “El equipo, en todo momento, confiaba en que se podía remontar el partido. Se empezó bastante bien, nos pusimos 1-0, pero rápidamente nos hicieron dos goles y se nos complicó. Fueron más fallos nuestros que aciertos de ellos y no bajamos los brazos. Al final conseguimos remontar y son las victorias que realmente hacen afición, gustan más y dan moral para afrontar lo que queda de Liga”, analiza.

La seguridad que aportó el gran rendimiento exhibido en un choque importante borró cualquier duda suscitada en anteriores compromisos ligueros donde no terminó de desmostar todo el talento que lo ha transformado en uno de los miembros esenciales del grupo. “La confianza creo que para cualquier deportista de élite es fundamental. Si uno no tiene confianza en uno mismo, es complicado que rinda. Se dieron todas las circunstancias. Salió todo bien, estuve enchufado de cara a puerta y en defensa también estuve acertado. Esto te va ayudando para volver a recuperar la confianza que quizás perdí. No sé si por la lesión o al haber empezado tarde y no hacer la pretemporada. Me uní al grupo con la Liga arrancada, entonces ya te cuesta, vas a remolque. Al menos, a partir de ahora, voy a intentar que se vea la mejor versión de Claudio”, remarca el jugador universitario.

Claudio Da Silva ha atravesado por varias fases de explosión en las últimas temporadas. En la consecución del histórico ascenso a Primera División su acierto en la definición fue elemental. Asumió con garantías el cometido de ser el máximo goleador del equipo. Una vez en la élite, por exigencias de la competición, se tuvo que alejar de la portería para proteger la estructura defensiva. Entendió el papel que le pidió desempeñar Moli. Este curso aún no había sacado todo su potencial salvo algunas jornadas en las que marcó goles valiosos o su actividad defensiva fue esencial. Una vez atrás los inconvenientes físicos, el rendimiento en la pista debe ir al alza.

“Una pretemporada es importantísima. Se empieza a poner en marcha la musculatura, coges la forma física, el toque de balón y eso me lo perdí por completo. Estuve fuera dos meses, el de pretemporada más el primero de competición. Son dos meses muy importantes donde el entrenador va cogiendo a sus jugadores, viendo quiénes están mejor y, al perdérmelo, he intentado ponerme rápidamente en las mejores condiciones. Creo que me encuentro bastante bien y después del partido del sábado vamos a intentar que ese nivel se mantenga en toda la recta final de Liga”, explica Claudio.

Los buenos resultados del CD UMA Antequera en dieciocho jornadas obligan a mantener el nivel hasta el final. La igualdad en la parte alta de la clasificación no admite ningún traspié y hay que afrontar cada encuentro como una oportunidad de acercarse a un premio ilusionante. “Nosotros no renunciamos a nada. Al principio de temporada nuestro objetivo era otro, pero hemos empezado a sumar, nos hemos subido al carro de estar arriba y no vamos a dejar de luchar para intentar conseguir el ascenso directo, ya que estamos a tres puntos. Qué no, pues vamos a intentar los playoff. No están asegurados matemáticamente, pero sí los tenemos al alcance. Sería una catástrofe no meternos, tendríamos que empezar a perder muchos partidos. Hay que lograr la mejor posición posible para mantener el factor cancha, que es súper importante a la hora de conseguir el objetivo del ascenso”, apunta.

Cidade de Narón, colista de Segunda División con tres puntos, se cruza en el trayecto del cuadro antequerano. El puesto en la clasificación desaparece en el momento que pisas el parqué y todos los equipos están preparados para aprovechar su oportunidad si su rival se relaja en exceso. En el partido de ida, Claudio Da Silva reapareció de la lesión y anotó uno de los tantos de la victoria (7-1). “Hemos hablado en el vestuario. Que sea el colista, no significa que vamos a llegar y nos paseamos y nos traemos los tres puntos fácilmente. Es un equipo que está compitiendo todos los partidos, perdiendo en muchos por la mínima, y tenemos que ir allí con la intención de ganar sí o sí”, comenta el cierre malagueño.