Moli: “El fútbol sala me ha dado mucho, pero estoy siempre en deuda con el deporte”
El entrenador malagueño hace un repaso a todos sus años en la entidad con multitud de momentos únicos e irrepetibles y ofrece su apoyo incondicional a su sucesor de cara a la próxima campaña
Hablar del BeSoccer CD UMA Antequera, es hablar de la figura de
Manuel Luiggi Carrasco “Moli”. Un amante del fútbol sala que ha terminado por
convertirse en toda una leyenda. No es fácil dirigir el vestuario de un mismo
club durante tanto tiempo y, más aún, guiarlo en varias ocasiones a la
consecución de hitos deportivos impensables en el momento de arrancar hace más
de 30 años su etapa como entrenador. Ha conseguido implantar un estilo de
juego, una filosofía y una defensa de unos valores concretos que le han
acompañado en el banquillo y también próximamente en su nuevo rol de director
deportivo en el curso 2021/2022. El preparador malagueño se ha convertido en un
brillante gestor de grupo capaz de sacar el máximo rendimiento de jóvenes
jugadores y hacerles partícipes de un objetivo común que no era otro que el de
ir creciendo como entidad y a nivel tanto deportivo como personal.
El sello impregnado por Moli en el plantel verde perdurará siempre
y ahora le tocará mantenerlo, cuidarlo y tratar de impulsarlo a su sucesor. El
maestro va a ser relevado por su alumno, José Antonio Borrego Gutiérrez “Tete”.
Este domingo 30 de mayo, a las 18.00 horas, en el Pabellón Fernando Argüelles
finaliza el campeonato regular en la máxima categoría en un día especial por la
despedida de este profesional único. Un palmarés excepcional a nivel de
competiciones universitarias y lo más destacable son los tres ascensos a 1ª
División (2014/2015, 2017/2018 y 2019/2020), un vez Campeón de Liga en Segunda
y una reciente Copa de Andalucía conseguida en Roquetas de Mar. A nivel
personal, ha recibido en tres ocasiones el reconocimiento como el mejor
preparador de la categoría de plata coincidiendo con la subida a la élite.
Pregunta. El domingo va a ser tu último partido como entrenador antes de
ocupar el cargo de director deportivo de cara a la próxima temporada.
Respuesta. Ya me toca cambiar y Tete será el entrenador. Me han ofrecido el
puesto de director deportivo que creo que no me va a costar mucho trabajo,
porque es lo que vengo haciendo tantos años. El hecho de controlar el tema del
equipo y ser un intermediario entre el presidente, directiva, cuerpo técnico y
jugadores. A ver cómo se me da. En principio me sentiré un poco extraño de no
poder estar en la primera línea de los partidos, pero disfrutaré.
P. ¿Cómo vas a vivir este último encuentro?
R. Me lo tomaré como un partido para competirlo. Eso es lo que le
transmitiré a los chicos. Una vez que termine será mi último choque con el
BeSoccer CD UMA Antequera como entrenador después de tantos años. Tendrá que pasar
tiempo para poder asimilarlo y, cuando tenga el cargo de director deportivo,
también disfrutarlo y será una función bonita y cambiaré mucho de impresiones
tanto con el entrenador como con los jugadores.
P. Tete va a tomar tu relevo en el banquillo. Tu alumno más
aventajado que también lo tuviste como jugador y, en el momento de su retirada,
lo incorporaste a tu cuerpo técnico.
R. Una vez que se va uno del banquillo, se pregunta qué toca ahora.
El hecho de que sea Tete el entrenador me tranquiliza porque está muy preparado,
tiene todos los conceptos, sabe tratar a los jugadores, ha sido un gran
profesional con mucha inteligencia y esa misma capacidad la tiene como técnico.
Por esa parte estoy tranquilo. Espero que con mi apoyo, que lo tendrá siempre, coseche
los triunfos que se merece.
P. Es muy difícil quedarse con
algunos momentos de una carrera tan dilatada, pero imagino que el más especial,
quizás, haya sido el llegar tres veces a la élite nacional, ¿no?
R. Al principio, eso es el sueño de un entrenador. Entré en un equipo
universitario que solo jugaba campeonatos y luego pude federarlo en provincial,
conseguir un Tercera División y, al poco tiempo, estar en una División de
Plata. Jugar en la mejor Liga del mundo, ver pasar por tu lado a grandes
jugadores y saludarlos y a los entrenadores; es el sueño de cualquier técnico y
el mío era ese. Lo hemos conseguido para Málaga, Antequera y toda la provincia.
El primer año que ascendimos, logramos que el fútbol sala tuviera un impacto en
positivo. Hubo más comunicación con los jugadores, más repercusión, ya que antes
éramos solo un equipo más. Con nuestro ascenso, había ya una cultura importante
de este deporte, pero los clubes empezaron a crecer más y fue una revolución a
nivel provincial solo por contar con un conjunto en Primera División.
P. Una vida dedicada por y para este deporte. ¿Qué te ha aportado el
fútbol sala?
R. Cuando uno tiene pasión por algo, si no lo entregas todo, no eres
honrado contigo mismo y, para mí, el fútbol sala es mi razón de vida en cuanto
al trabajo. Un deporte que lo practiqué también y me impactó al ver a los
jugadores en espacios tan pequeños. Es bonito, atractivo, espectacular y puedes ver, en un minuto, cosas
que, por ejemplo, en fútbol, no lo ves en un partido. En cambio, aquí puedes
disfrutar de una genialidad, un gesto técnico y un gran gol de cualquier
jugador. Esto atrae y engancha. El fútbol sala me ha dado mucho, pero estoy en
deuda siempre con el deporte.
P. En este club hay una filosofía muy marcada y los jugadores vienen
sabiendo que van a competir en la élite y tienen la posibilidad de realizar una
formación universitaria.
R. Esto es lo que me impuso el presidente que me trajo aquí, Pedro
Montiel. Lo primero que me dijo es que para ganar no vale todo y hay que jugar
limpio. También venía de jugar al fútbol y fútbol sala y en mi vida deportiva
no sé lo que es una tarjeta amarilla. Para mí ha prevalecido siempre el fair-play. Eso es lo que le transmitimos
a los chicos. A veces, los impulsos y las pulsaciones son difíciles de
controlar, pero por encima de todo, lo han respetado y hemos sido un equipo
ejemplar. Hemos ganado trofeos a la deportividad y esa es la filosofía que
siempre hemos implantado. Después, los jugadores no vienen por dinero, lo hacen
por la formación académica y para nosotros el éxito más grande, aparte de
competir y ganar, es que saquen su carrera o si tienen que hacer un máster, se
los hemos ofrecido. Hay mucha gente que está ya en sus trabajos, algunos muy
bien acomodados, y eso es una felicidad.
P. ¿Qué valoración das cuando recibes mensajes de apoyo y cariño de
compañeros de profesión alabando la filosofía del club y se ha visto que es
válida para lograr éxitos?
R. Diría que esta filosofía tendría que implantarse en muchos
sitios. Este deporte del fútbol sala no te da para vivir lo que te queda, una
vez termines tu carrera deportiva. En este club tampoco, te da para que estudies.
Esta filosofía se debería extender porque hay muchos jugadores que han empezado
sus estudios universitarios con 18 años y la han dejado por jugar y no han
tenido medios para continuarlos. Ya cuando cumplen una edad mayor, cuesta más
trabajo volver a retomarlos. Tendría que ser algo sobre lo que todos tuvieran
conciencia. La formación debe estar por encima de todo.
P. Cuentas con infinidad de recuerdos gracias a todo lo obtenido. ¿Te
has quedado con algo pendiente en tu etapa de entrenador?
R. Muchos recuerdos, pero se me queda lo de retirarme y el no estar
el equipo en Primera División. Me hubiera retirado un año antes dejándolo arriba,
pero eso era de ser un poco egoísta. Tenía que cumplir los deberes y estar al
pie del cañón. Es lo único que se me queda pendiente, sin embargo, ahora estaré
de director deportivo ayudando al cuerpo técnico y a Tete en lo que haga falta
y, con la experiencia que tenemos, habrá una próxima vez y no creo que tarde
mucho”.
P. Es muy difícil mantenerse en Primera y también lo es ascender. ¿Va
a seguir peleando este equipo por un cuarto ascenso?
R. Es verdad que es muy difícil mantener la categoría, pero lo que
habría que mirar es lo complicado que es ascender. Hay muchos presupuestos que
quieren lograrlo y nosotros tenemos un plantel de chicos que compiten muy bien,
van todos a una y ese es el secreto del porqué hemos subido tres veces, aunque
se haya bajado. Cuando entras en Primera División compites con mucha ilusión y,
a veces, no es suficiente. No puedo vivir sin el cariño y sin un abrazo de
Miguel, Óscar y del resto. Para mí lo importante es esa alegría, felicidad y el
mirarle a los ojos para saber cuándo tienen un problema e intentar resolverlo.
P. Una temporada marcada por el Covid-19. Un mensaje para todos los
seguidores de cara a que puedan volver a disfrutar del fútbol sala a medida que
vaya mejorando la situación.
R. Todo pasa y todo llega a su fin. Volveremos a sonreír, a vernos
las caras sin mascarillas, a tener reuniones familiares y el resto de cosas que
regresarán a su sitio. Ha perjudicado mucho esta situación al deporte, porque
ha prohibido a los espectadores de disfrutar del espectáculo y, en el caso
nuestro, es muy importante el apoyo de la afición y no hemos podido estar mucho
con ellos este curso en Primera División. No hay que echarle la culpa al virus
por el descenso. Ha sido algo anormal lo que ha pasado. Hemos tenido dos
parones en casa confinados y, a parir del primero, pegamos una bajada tremenda
después de acabar una primera vuelta en un sitio privilegiado.