La partida por el ascenso se encuentra en su punto más álgido. El CD UMA Antequera dio un golpe sobre el tablero con sus tres puntos en Narón y, tras el empate de Naturpellet Segovia frente a O Parrulo Ferrol, recortó a uno la diferencia en la clasificación. Un movimiento inteligente minimiza los recursos del adversario. Manuel Luiggi “Moli” sabe ejecutarlo al contar con un finalizador letal en la estrategia. Óscar Muñoz guarda esta temporada un idilio especial con el gol y cuando Tete se dispone a sacar un córner o de banda, coloca siempre el broche definitivo. La evolución del ala malagueño sigue por los cauces adecuados. Medirse a las estrellas del fútbol sala mundial ha perfeccionado su manual de juego. Ahora en cada partido elige la decisión más acertada para sentenciar a su oponente.

Un jugador como Óscar favorece el alto rendimiento de un colectivo. Aporta un esfuerzo generoso en cada uno de los instantes que permanece en la pista. Para el entrenador malagueño, disfrutar de un deportista competitivo y con ganas de crecer alimenta el gen ganador del grupo. Los pequeños detalles han elevado al conjunto universitario a los puestos altos de Segunda División y estos se han ido fraguando por el buen hacer de cada uno de los miembros de la plantilla. El potencial para encarar portería del ‘14’, sin olvidarse de sacrificarse en defensa, tienen un papel fundamental en los buenos resultados.

En una visita complicada a Narón tanto por el viaje como por la situación de urgencia del rival, el ala mostró el camino hacia una victoria que ajusta la pugna por el premio de regresar a Primera. “Lo importante de la jornada fue recortar dos puntos a Segovia, en dos jornadas le hemos recortado cuatro, y ya nos ponemos a uno. El partido estuvo regular. Jugar contra el último suele ser un partido complicado de sacar adelante, un encuentro trampa. Cuesta llevar el ritmo y quieras o no te relajas un poco y no compites como de verdad quieres hacerlo”, sentencia.

Otra jornada más las jugadas de estrategia pusieron los cimentos de un ataque eficaz. El ala natural de Cuevas del Becerro amplió sus estadísticas goleadoras con una definición excelente a la salida de un saque de banda de Tete. En estas situaciones del juego sabe moverse a la perfección, pero sus amplios recursos ofensivos le han llevado a marcar 13 tantos en 18 jornadas.  “Los goles son lo de menos. Lo esencial es sacar los tres puntos y lo de menos es quién marque. Si puedo marcar y ayudar al equipo, perfecto. La verdad es que estoy metiendo muchos goles de estrategia. Cuando saca Tete con solo una mirada ya sabemos dónde va a poner el balón y ahí suelo estar para poner la puntilla. Este año me encuentro muy bien, estoy más seguro con el balón y arriba, de cara a gol, me encuentro también más firme”, explica.

CD Rivas Futsal, uno de las revelaciones de la temporada, tiene la misión de acabar con la buena dinámica del plantel antequerano en los últimos encuentros. Ser uno de los equipos que ascendieron desde Segunda División B no ha sido un obstáculo para ganarse en la pista una oportunidad de conseguir una plaza de playoff en la recta final del campeonato. El Argüelles vuelve a adquirir, este sábado a las 17.00 horas, protagonismo en otro duelo equilibrado. “Rivas Futsal es un equipo que me ha sorprendido, sobre todo, en casa. No para de correr, es muy peleón, no te da un respiro y va a ser un partido verdaderamente complicado pese a algunas bajas que tiene. Se le ha ido Álex Velasco, el cierre y capitán, a Santiago Futsal, pero tienen muy buen conjunto y están dando la sorpresa”, advierte Óscar.

Los errores se convierten en losas demasiado pesadas en competiciones tan igualadas como Segunda División. No hay grandes diferencias en el pico más alto de la clasificación y un traspié lo ajusta todo. El último encuentro en casa está muy presente en el vestuario antequerano como muestra de que si te relajas, la exigencia aumenta. “Cada partido es un mundo, no te puedes relajar. Todos saben a lo que juegan y cualquier equipo compite de tú a tú. Ya lo hemos visto con Mengíbar. Marcábamos, nos poníamos por delante  y no nos podíamos relajar ni un segundo. En cuanto lo hacíamos, estaban ya ahí. Un solo despiste, es un gol en contra. Partidos como el de Mengíbar no se remontan siempre, así que tenemos que estar alerta y no relajarnos ni dar balones por perdidos y competir hasta el final”, insiste. El acierto del ala universitario en la finalización se debe transformar en una adecuada culminación de temporada por parte de los chicos de Moli.